"Si no le pregunto al mister porque me pone, tampoco le voy a preguntar porque no me pone o porque me saca. Debo analizar las cosas tanto en positivo como en negativo. Esa es la actitud que debo tomar ante las desconvocatorias, las suplencias o los cambios en los partidos. Debo asumir que debo mejorar, al igual que asumo cuando las cosas las hago bien, y rectificarlas para entender del todo el porque no juego".
Muchos son los interrogantes sobre la relación entre entrenador y jugador. Sólo basta con ver un entrenamiento y analizar lo fundamental que es la comunicación entre entrenador y jugador.
La comunicación es la base para poder entablar cualquier relación humana, en este caso la de un grupo intentando formar un equipo. No solo es necesario el trato del entrenador hacia los jugadores, pensando en su rendimiento dentro del campo, sino también la comunicación que éste mantenga con el grupo desde el lado humano con cada uno de ellos.
Todo lo dicho anteriormente viene a dar paso al tema en cuestión: el miedo de los jugadores a dialogar con su entrenador.
Esta claro que un entrenador es como el jefe en un trabajo, que vive el día a día con ellos pero es inentendible que el diálogo entre ellos sea tan poco fluido.
En general el pensamiento del jugador es " si le hablo quizas me ignore " o "nunxa se nos acerca y me cuesta tomar la iniciativa a mi" u otro pretexto es "yo no tengo que dialogar con el mister, tengo que hablar dentro del campo".
Si bien estos fundamentos pueden o no ser válidos según fuera el caso, considero que la mayoría de los jugadores no entabla un vínculo de comunicación con su entrenador debido a que no saben como manifestar sus emociones a traves de la palabra y si a través de la pelota.
Por otro lado, nos encontramos con el entrenador, a veces consciente de lo importante que es la comunicación dentro de un grupo y a veces incapaz de percibir que muchos de sus jugadores poseen la necesidad de acercarse y comunicarse con él.
Es por eso que considero que es importante que un mister pueda entrenar o poseer la capacidad para comunicarse con sus jugadores cuando así lo requiera. De esta manera no solo logrará resolver muchas cuestiones que sucedan dentro del grupo sino también hacer sentir a los jugadores que el entrenador también está para marcar fortalezas, debilidades y para liderar un grupo.
No obstante, ahora viene la duda o la gran pregunta: Es el mister o el jugador quien debe acercarse si sucediera alguna cosa?
Muchas veces los jugadores sienten y fantasean situaciones que quedan simplemente en el plano de sus fantasías. Es por eso que contrarestarlo con la realidad mediante el acercamiento al entrenador puede generar que muchos de los fantasmas desaparezcan o no. Por parte del entrenador, debe ser consciente que no todos somos iguales receptores y que el mensaje no se codifica siempre de la misma manera. Por tanto de debe ser consecuente también con el resultado final, si su jugador no ha entendido su mensaje.
Con todo esto vengo a decir que, el paso debe ser siempre con la intención de solventar el problema en cuestión por el bien del jugador en sí y del rendimiento del grupo. Da igual quien de el paso ,siempre que la comunicación sea fluida, abierta ...
Si la conversación viene dirigida al tema de que no estoy jugando, no me convoca, no me da explicaciones, me siento marginado... el paso a la cuestión no debe ser: "mister quiero hablar contigo, porque no me pones?" ... sino: "mister, me gustaría saber que hago mal o que debo mejorar para poder disponer de más minutos y poder ayudar mejor al equipo".
Ese es el camino hacia la mejora, hacia la respuesta a tu duda y hacia el camino de relación humana entre entrenador-jugador.
Recuerda: No dejes que tus dudas acaben siendo fantasías y busca la respuesta mediante el diálogo y no el pasotismo y la rabia!!