En el deporte, la toma de decisiones son muy importantes a la hora de saber cuales son las necesidades que realmente necesitamos para llegar a alcanzar nuestro éxito.
Se dice que los deportistas exitosos son aquellos que persiguen lo que realmente necesitan y no lo que desean. En pocas palabras, cuando perseguimos aquello que deseamos, a menudo, perdemos lo que necesitamos.
La clave del éxito se basa en centrarse en lo que realmente necesitamos. Cuando digo centrarse, me refiero a focalizar lo que realmente necesitamos y centrar la atención en esos resultados con el fin que podamos vernos alcanzándolos.
Para ello hay que tomar decisiones y ver que opciones tenemos para su alcance. En muchas ocasiones las tenemos en frente pero no somos capaces de verlas o ser conscientes de ellas. Como bien se suele decir, no llegarás a encontrarlas si te esperas sentado a que vengan a ti. Las opciones se trabajan día a día.
Una vez sabes las opciones que tienes, llega el momento de tomar las decisones. Aquí es cuando llega el problema: ¿Cuál es la mejor? Para poder llegar a ello debes tener en cuenta:
1.- Recordar tus decisiones pasadas, pues de ellas son de las que más puedes aprender, pues no dudes que tu mejor mentor eres Tú Mismo!! De las que fueron un resultado favorable sacarás lo que hay que hacer y de las que no lo fueron sacarás lo que no hay que hacer. Tus resultados son tus mejores maestros.
2.- Tener en cuenta tu intuición, pues es la fuente de conocimiento de tus experiencias personales y lo que sientes o te conviene a ti.
3.- No tomarlas obligado, si lo haces de forma forzada es muy probable que los resultados no sean satisfactorios ya que no lo estás haciendo con total dedicación ni a gusto.
4.- No verlas como complicadas sino complejas, ya que si analizas sus diferentes partes verás que no estás para nada perdido. Complicadas podríamos decir que es cuando no las entiendes y complejas cuando las entiendes en partes.
5.- Creer siempre que la que tomes es la correcta, pues a menudo obtenemos los resultados que, aún sin saberlo, creemos que nos merecemos.
Recuerda: "No solo cambies lo que crees, sino también lo que haces"