Cuando un jugador empieza a entrenar en un nuevo club, lo hace siempre repleto de entusiasmo y con mucha energía.
En ese momento es cuando nace para algunos entrenadores: “un problema”. Se encuentran que existe una diferencia de intensidad entre los ya habituales y el recién llegado y tienden a generalizar en el comportamiento . Se crea una posible visualización o sensación de rutina en el resto de jugadores que da a pensar que el equipo se está acomodando y exigimos el doble.
Según el momento de la temporada, hemos de saber medir las exigencias y los límites que nos permitirán seguir por elbuen camino que llevamos trabajando desde inicio de la misma. Para intentar evitar este posible “problema” hay que eliminar todo tipo de presión haciendo que la cosa sea más amena. Siempre sin olvidar el objetivo marcado desde un principio. Tampoco se trata ahora de hacer pensar a los jugadores que están en un "mundo feliz", sino que ese entusiasmo y energía se encare de forma adecuada para conseguir un buen ambiente de entreno, que genere ventajas frente a la nueva ayuda y claro está “competencia” y que se traduzca en resultados para el fin de semana.
A pesar de todo esto hemos de ser conscientes que encontraremos reacciones diferentes, y por eso hemos de hacernos estas dos sencillas preguntas:
¿Qué quieren los jugadores?
¿cómo es posible que haya jugadores mucho más motivados que otros?
Ambas tienen varias respuestas, y se podría decir que, muy sencillas que ayudan de forma directa a la motivación de un jugador en los entrenamientos:
- Conseguir un trato equitativo.
- Obtener reconocimiento por el entreno bien realizado.
- Disfrutar del trabajo en equipo.
La clave para mantener alta la moral de los jugadores y aumentar los resultados pasa por comprender esos tres puntos.
Lo primero que pretende conseguir el jugador con sus entrenamientos es un trato equitativo y justo a cambio del trabajo que realiza.
Por otra parte, los jugadores agradecen recibir el reconocimiento al trabajo realizado. En primer lugar, el jugador tiene necesidad de sentirse parte importante dentro del equipo. Sin lugar a dudas, el sentirse orgulloso de la organización para la que juega es el mejor antídoto contra la apatía y la desilusión.
Hemos de saber que el jugador pone todo su arsenal de habilidades y conocimientos y busca obtener el reconocimiento al trabajo bien hecho.
Por último, los jugadores buscan establecer relaciones interpersonales en cooperación con el resto de compañeros. A los jugadores se les tendría que realizar o ellos mismos esta pregunta: ¿Qué es lo que más te/me gusta del hecho de estar en esta equipo? Nos sorprenderíamos al ver que el porcentaje más alto de respuesta sería el siguiente: Los propios compañeros.
Cuando estos tres objetivos fundamentales que todo jugador busca se ven satisfechos, ocurre algo único, extraordinario y excepcional: aparece el ENTUSIASMO. Este lleva a la motivación y esta a cumplir las expectativas del equipo.
Recuerda: “ Un buen ambiente de trabajo, hace que los tuyos respondan a tus espectativas y a las suyas propias”.